miércoles, 24 de diciembre de 2008

A NEW COUSINE


La enseñó qué hacer para que el ajo no repitiera en sus comidas clandestinas. Y así demostró lo aprendido en la noche del último aliento de su mentor.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Tener un maestro que cada día te enseñe es de lo mejor que puede haber. Te enriquece, por dentro y por fuera. Con cada palabra, con cada gesto. A veces los alumnos no son aplicados y el maestro intenta estar ahí ayudando. Espero no ser un mal alumno en la vida.

Besos de loki vinodelfin.

Anónimo dijo...

Aunque sabes que no entiendo bien el contenido de estos textos, me resulta divino. Un besazo. Bea

Dina dijo...

Loki: en este caso, la discípula ha superado al maestro. Y, como no puede ser de otro modo, con consecuencias.

Dina dijo...

Bea: Sé que lo has entendido. Que nos conocemos......jeje.

Gracias, mi vida, por pasarte y leerme.

Anónimo dijo...

Sabes que con solo pensar en tí ya te leo ... Entre nosotras hay un flujo continuo de pensamientos .. Jiji ... TQM .. Beatriz

Juan K Manei dijo...

O.o, densa.com jajaja no entiendo, de qué brujo hablas?
joder es que escribes con la cabeza loca, chigadamadre, me gustaria plasmar esas ideas que tengo y que tu haces tan bien
besos

Anónimo dijo...

Ajo? Aliento? sé que tiene un trasfondo, como toda tú.. pero no veas cómo me has hecho reir!

jojojojo

;)

Dina dijo...

David: jajajaja. Un día te doy un truco de cocina y lo entenderás todo.

Escribo con todo y muy poco con la cabeza! Así sale lo que me sale!

Un beso chiquito.

Dina dijo...

Manu: ay mijo. Tú y tu humor. Menos mal que estás por aquí! jajajajajaja. Ya sabes que toda yo tiene un trasfondo! Cuidado con el vértigo!