lunes, 5 de mayo de 2008

Lujuria


No le importaba su deseo egoísta y excesivo por el propio placer genital. Ni siquiera le incomodaba sentirse utilizada como el instrumento de su locura para estallar junto a él quince minutos después en el fin de sus sábanas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder. Menudo texto para levantar al personal un lunes después de un puente, chiquilla.

wowwwwwwww.

MANU

Lisandro dijo...

Buffff!

(....no no...seguro que se me puede ocurrir algo más original...espera...)

Bufff buffff!!

(No no....venga hombre, piensa piensa...)

Aysssss!!!

PD: Estoy de acuerdo con Manu.
wowwwwwwwwww

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Ais...para corregir un error ortográfico borré todo el comentario. Qué desastre soy. Sólo quería decír que la banalidad con la que se trata a veces el sexo oscurece y ensucia el verdadero sentido del mismo. Son palabras endebles de alguien como yo.

Besos de loki vinodelfin.

P.D.: Lo verdaderamente excitante para mí es....

Dina dijo...

Loki vinodelfin: Gracias por tu comentario. Me ha generado una enriquecedora reflexión: que la literatura (que no es más que ficción en mi caso) tiene sus contraindicaciones, efectos secundarios y daños colaterales.

Besos..

Jose dijo...

Esto, que no lo entiendo, ¿quién utilizaba a quién?... Porque amar también es otra forma de egoísmo. Creo... no sé... lo voy a leer por enésima vez. Besos.

Pau Llanes dijo...

y para qué más... ¿no?... saludos... pau

Anónimo dijo...

Se utilizaban los dos, si así queremos decirlos, porque ya se han empeñado tanto todos en convencerme que es todo egoismo que lo han logrado...casi!
Lo que me preocupa son los quince minutos...jeje,aunque depende del estallido, aunque...bueno me callo ya mejor!

Besos

Pau Llanes dijo...

DESPEDIDA: Vengo a despedirme… Fue un placer leerte y saber que alguna vez también tú leíste los textos de Pau Llanes… Un saludo fraternal y un abrazo cómplice… Pau

Dina dijo...

Estoy con Marlene: ambos han conseguido un mismo fin egoísta en la misma cama. Dejemos los quince minutos para otro momento, jaja.

Pau: ¿despedirte? ¿ahora? Mucha suerte. Seguiré leyéndote hasta que me atreva a escribirte.