Después de decretarse el Día del Olvido, ya no recordaba las manos que la tocaban en los lugares más indecentes. Ni el sudor a mandarina de su cuerpo resbalando por su cuello. Ahora espera a que vuelva el Día de la Verdad y saber a quién amó, hirió y devoró.
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8 comentarios:
Cuando llegue ese día de la verdad, se descubrirá todo.
¿No tienes bastante con lo que estudias como para pensar en nuevas leyes? Esta niña... jejejeje
Manu
Manu: nunca estamos preparados para ese día.
Ya ves, siempre sacando de donde no hay, jajaja.
Gracias por la visita. Y déjate ver el pelooooo
Me gusta lo del sudor de mandarina, muy "olfativo"...
Manu: siento una debilidad especial por los sentidos (sabores, olores...), incluyendo el sexto desconocido.
Gracias por la visita.
Besos.
Estaría bueno que en el "día del olvido" se olvide lo más feo de nuestras vidas.
Saludos.
Muchas miradas: sí, sería lo ideal. Pero la realidad es bien distinta. Hay quien olvida más fácilmente y otras necesitan un Decreto.
Un beso y gracias por la visita!
Hay quien ni con decretos olvida.
Besos.
Fénix: cada uno olvida como puede. Alcohol, largarse a otro sitio, con otras mujeres, con otros hombres... Yo he propuesto un decreto.
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