miércoles, 29 de abril de 2009

Mi Decreto


Después de decretarse el Día del Olvido, ya no recordaba las manos que la tocaban en los lugares más indecentes. Ni el sudor a mandarina de su cuerpo resbalando por su cuello. Ahora espera a que vuelva el Día de la Verdad y saber a quién amó, hirió y devoró.

8 comentarios:

MANU dijo...

Cuando llegue ese día de la verdad, se descubrirá todo.

¿No tienes bastante con lo que estudias como para pensar en nuevas leyes? Esta niña... jejejeje

Manu

Dina dijo...

Manu: nunca estamos preparados para ese día.

Ya ves, siempre sacando de donde no hay, jajaja.

Gracias por la visita. Y déjate ver el pelooooo

Manu Espada dijo...

Me gusta lo del sudor de mandarina, muy "olfativo"...

Dina dijo...

Manu: siento una debilidad especial por los sentidos (sabores, olores...), incluyendo el sexto desconocido.

Gracias por la visita.

Besos.

muchasmiradas dijo...

Estaría bueno que en el "día del olvido" se olvide lo más feo de nuestras vidas.
Saludos.

Dina dijo...

Muchas miradas: sí, sería lo ideal. Pero la realidad es bien distinta. Hay quien olvida más fácilmente y otras necesitan un Decreto.

Un beso y gracias por la visita!

Beatriz Sy dijo...

Hay quien ni con decretos olvida.

Besos.

Dina dijo...

Fénix: cada uno olvida como puede. Alcohol, largarse a otro sitio, con otras mujeres, con otros hombres... Yo he propuesto un decreto.