Aún seguía mirándola sin mirar. Boca arriba, se le había quedado una risa burlona ya desfigurada y algo de baba se asomaba en la comisura izquierda de sus labios. La voz femenina de su inconsciencia que lo miraba desde el séptimo piso se pronunció, “ya te dije que no te convenía”. Pasó las cortinas y se alejó de la ventana un paso. Aliviada, sintió haber sacado la basura, esta vez, definitivamente.
jueves, 24 de julio de 2008
domingo, 13 de julio de 2008
30 días después...
... despertó sobresaltada de la pesadilla que la había consumido tanto tiempo. Se tapó la boca para no gritar. No permitiría por nada en el mundo que se le escapara la delicia de la cordura y se diluyera en su habitación para siempre.
martes, 1 de julio de 2008
Caduco
Jamás fue guapo y su fama ya no despertaba ningún interés. Con los años había perdido la forma y figura que nunca quiso conservar. Su mediocridad le obligaba a mendigar encuentros sexuales para llenar el hueco atragantado de su desesperación. El ojal que le dio vida y centro de su egocentrismo estaba hurgado y abierto en canal. La saliva vieja y espesa que se le acumulaba en la comisura de su boca llena de dientes adictos al color del tabaco era síntoma de que se le agotaba el tiempo. Ante un espejo revelador presagiaba su muerte en una casa sin limpiar, sin nadie que le calentase la cama pero, eso sí, entre meados de gato.
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