martes, 20 de mayo de 2008

Ira


Dejó caer la noche sobre sus hombros firmes y trigueños para contemplar a la sombra que la atormentaba cada noche. Apretó con fuerza la venganza y el resentimiento que ocultaba bajo sus sábanas hasta tomar contacto con aquella yugular prominente e infernal. Tras el corte justo y merecido sólo escuchó un leve quejido de aquél que en su cíclica reincidencia abusaba de su cuerpo menudo una y otra vez.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El contínuo palpitar de una idea que obsesivamente se adueña de uno. Sin ira, con ira. Aún no se como ella se va posicionando en este planeta.

Besos de loki vinodelfin.

Anónimo dijo...

Veeeeenga, ánimo, que te queda el último no? Perezosaaaaaaaaaa

BESOS MIL, MANU

Anónimo dijo...

Dina, tu visión de lo cotidiano es fantástica. Siempre supe que tenías "un algo" que guardabas en la segunda fila.

Sigue así. Mírate lo que te recomendé por mail.

Anónimo dijo...
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Dina dijo...

Loki Vinodelfin: no hay nada como descargar las obsesiones en papel. Es sano y necesario. Gracias por leerlas!!

Manu: sí, sí. Parece que el último que me queda es el que más me cuesta. Si es que tenía que haber dejado la lujuria para un final apoteósico, jajaja.

Pedro: sigo tus recomendaciones cada vez que puedo (ya conoce mis rifirafes con el tiempo). Gracias por todo!

Anónimo dijo...

Una cosita: el pasado regresa sólo si le dejas entrar. En tu texto se ve que la prota cortó por lo sano.

Besos volaos. MANU

Lisandro dijo...

Leyendo la última serie de micros que te están inspirando, no me queda más remedio que desear que hubieran más de 7 pecados capitales, así seguiría disfrutando de tu imaginación que le busca una historia fantástica a cada uno de ellos. Y lo de lo fantástica no es por increíbles si no como siempre, por lo bien que las cuentas.
Graciasssssss eres increíble, oseaa...fantástica.