jueves, 27 de marzo de 2008

Ellas


Me quedaría con todas y cada una de las mujeres que la conformaban. Y aún la sigo descuartizando en mi mente mientras escucho el taconeo de su par de agujas saliendo por la puerta de mi despacho y sintiendo cómo me desangro como un cerdo en el peor de los mataderos: la comisura de sus ácidos labios.

12 comentarios:

Lisandro dijo...

No ha de nombrarse tesoros ocultos de la anatomía ni descarados ambientes sexuales para crear una sensualidad abrumadora. Cuántas mujeres en una. Cuántas bellezas reunidas en ese sueño que sale por la puerta.
No te vayasss...apiádate de mi!!

Es fantástico!

Jose dijo...

Par de agujas de doble filo. Con el texto consigues que vea a esa mujer sin tener que imaginar nada. Y también a la que habla. Con pocas palabras has pintado un cuadro perfecto. Corrosivo al final. Genial Dina!
Besos

Anónimo dijo...
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Dina dijo...

Lisandro: exacto. ¿Qué ha sido de las voces dulces, del perfume en las zonas palpitantes y del leve parpadeo de película? Todos esos detalles que no nos manifiesta claramente... Magnífico comentario. ¡Me gusta, me gusta, me gusta!

Alexis: ¿Todo eso en uno? Vaya, lo que puede originar un buen par de agujas...Gracias.

Jose: Qué bueno que la viste. Que la sentiste. Incluso, me doy por satisfecha si llegaste a olerla. Pero, ¿quién dices que es la que habla?

Anónimo dijo...

Pedazo de mujer fatal. Muy conseguida con pocos detalles. Cuidadín Jesica Rabbit, las morenas pisan fuerte, jejeje.

Manu :D

Dina dijo...

Manu: ¿por qué imaginar a la señorita Rabbit teniendo a la Dietrich, la "femme fatale" entre las fatale?
Todas tenemos un buen par de agujas en el fondo del armario y ustedes el recuerdo de nosotras por esa puerta en el fondo de... la mirada. Ja.

Un abrazo.

Jose dijo...

Tú no. Al menos eso creo. Pienso que la de los tacones de agujas podrías ser tú. También es cierto que suelo equivocarme con testaruda frecuencia. Ya me dirás. Un abrazo.

Dina dijo...

Lo dejo todo a imaginación e interpretación del que lo lee, por supuesto.
Mi duda surgía en tu comentario. Pensé que creías que la que hablaba era también una mujer. Nada, nada. Creo que me lié yo. Mea culpa. Ja, ja, ja.

Jose dijo...

Me acabo de dar cuenta. El error fue mío, el artículo femenino. ¡Esta gente que tiene tan en cuenta a la R.A.E.! Es broma esto último. No obstante, he visto esas corrosivas comisuras en féminas envidiosas de otras. ¿O son imaginaciones mías? No, seguro. No me cabe la menor duda. Mea culpa ¿el w.c., donde queda, por favor? :-)

Dina dijo...

Jose: ja, ja, ja, ja, ja, ja... Los de la RAE están en todo. Y vos también. Dejémoslo así.

Un abrazo :)

Anónimo dijo...

No importa quien sienta ese instante. El insinuante movimiento sobre sus pasos es impactante. Las palabras necesarias para que sigamos llamándonos. Queriendo que esos tacones se giren parando, o paren girándose.
Besos de loki vinodelfin.

Dina dijo...

Loki vinodelfin: vaya... acabas de abrir una puerta al texto o... ni siquiera la habías cerrado. Magnífico el "queriendo que esos tacones se giren parando, o paren girándose". Le has dado un toque especial y ¿mágico?
Gracias.

Un beso.