- Perdóname- dijo sacando de sus adentros toda su vida.
Miró sus labios sin deberle nada, cerró los ojos y se tragó sus disculpas. Esas que nunca pudo digerir por el resto de su vida.
Miró sus labios sin deberle nada, cerró los ojos y se tragó sus disculpas. Esas que nunca pudo digerir por el resto de su vida.